Yas Nizetich a corazón abierto: cree que se cerró un ciclo después de los Juegos Olímpicos y que Las Panteras deben evolucionar
Después del peor resultado en los últimos 10 años para el seleccionado femenino de voley conseguido en la Copa Panamericana, la capitana del equipo argentino hizo una dura autocrítica y habló del nuevo ciclo del equipo. En un mano a mano con La Licuadora Deportiva, la cordobesa puso en duda su continuidad en la selección después de jugar el Mundial.
Siempre va al frente. Es su forma de ser y de vivir. Así también lo demuestra en cada pelota que va a buscar dentro de la cancha. Y que otra que Yas Nizetich para hablar del presente que están atravesando Las Panteras, un seleccionado que rompió todas las barreras en la previa a Rio 2016 y enamoró a miles de chicas que vieron como un equipo hacía historia para el vóley femenino.
Pero el estreno del seleccionado femenino en el historia de los Juegos Olímpicos es cosa del pasado. Así lo cree la capitana. Así lo demuestra la actualidad de un equipo que esta buscando su rumbo. Después de participar en la Volleyball Nations League, -competición en la que sólo ganaron un partido de 15, lo que provocó el descenso de categoría para la selección, que en 2019 deberá jugar la Challenge Cup- el equipo dirigido por Guillermo Orduna viajó a República Dominicana para disputar la Copa Panamericana.
¿Cuál fue el resultado? El peor en la última década para Las Panteras: perdieron ante Colombia, México, Brasil y Cuba; sólo superaron a Costa Rica y a las mexicanas. Con su desempeño, las chicas argentinas quedaron novenas, lejos de los cinco primeros puestos que dieron un pasaje directo a Lima 2019. Sin embargo, por el reparto de los cupos a nivel continental y gracias al triunfo de Colombia contra Puerto Rico, el seleccionado clasificó para jugar los Juegos Panamericanos del año próximo.
"La tristeza sigue. Hace dos años que no venimos teniendo los resultados que esperábamos. Si sacamos la clasificación al Mundial del contexto, duele que no se den las cosas como queremos", le dijo Nizetich a La Licuadora Deportiva.
"Hay ciclos que se deberían haber cerrado y no se hizo. Sabía que esto iba a pasar. No tenemos que quedarnos en lo que hicimos en el pasado", agregó la número 3 de Argentina.
La lectura es clara. La histórica clasificación olímpica quedó en el pasado para Las Panteras. Nizetich así lo entiende y piensa que la selección debe mejorar en todas sus facetas para que la participación en Rio 2016 no quede como un capítulo aislado para el equipo femenino.
"Como se dieron las cosas después de Río, para todos era un ciclo cerrado. Si no avanzamos, no evolucionamos. Hay que mejorar las condiciones en las que estamos y el día a día en los entrenamientos. Hoy siento que estamos haciendo las cosas mal y somos todos responsables", analizó la cordobesa que brilló en el Volley Pesado de la liga italiana, lo que provocó que el AGIL Volley la contrate para jugar en el nivel más alto en la temporada 2018/2019.
Ausente de la selección en el inicio de la campaña 2018 porque estaba en plena competencia en Europa, pensó en no volver a Las Panteras. Así lo hizo público en sus redes sociales. Pero el amor por la celeste y blanca es más fuerte. Aunque atravesar las situaciones que vive un deportista argentino de alto rendimiento puede provocar que ese sentimiento, a veces, se tape por los desmanejos que muchas veces reinan el deporte nacional.
"Voy día a día con el proceso en la selección. Debería el atleta poder generar cambios desde adentro, pero sabemos que en nuestro país no es así. Cada uno tiene que poner la parte que le toca", comentó.
Ahora, se avocará a la preparación camino al Mundial de Japón. Será entre el 29 de septiembre y 20 de octubre, y Argentina formará parte del Grupo A junto al local, Holanda, Alemania, Camerún y México. Las Panteras debutarán, en Yokohama, ante las locales. ¿Será el último torneo que disfrutaremos a Nizetich jugando con la camiseta argentina?
El tiempo lo dirá. Ojalá que su decisión sea por una elección de vida o porque el cuerpo técnico así lo decida, y no por cansarse de remar contra la corriente.
