La charla fue previo a tirarse a la pileta y nadar los 400 metros combinados. Sí, la prueba en la que consiguió la segunda marca para los Juegos Olímpicos. Del otro lado de la línea, Vicky Bardach está incrédula. La competencia en el Sudamericano no le permite dimensionar lo que logró. O tal vez sí, sobre todo cuando habló con Georgina, su hermana, que la atendió a llanto puro. 

 

"Me emocioné, fueron muchos intentos y esta vez estaba tranquila. Me relajé y se dio", le dijo a La Licuadora Deportiva la nueva clasificada a los Juegos Olímpicos. "Esto era lo que más deseaba", agregó, como si se hubiera sacado un peso de sus hombros.

 

Además de hablar de la unidad del equipo argentino ("Nos sentimos una familia") y el gran presente de la Selección, se tomó su tiempo para referirse a su hermana, esa que se consagró como medallista olímpica cuando ella tenía sólo 12 años. "Para mí, Georgina es la mejor. Es súper humilde y siempre me transmitió todo lo que sabe. Es una genia", cuenta. A pesar que cuando empezó en la natación, lo primero que le preguntaban era si iba a ser mejor que ella, Virginia se nutrió de todo lo que le transmitió quien supo ser bronce en Atenas 2004.

 

Ahora, será tiempo de disfrutar. Eso es lo que quiere hacer en Río, su estreno olímpico. Ese lugar donde, con seguridad, dirán presente Jorge y Adela, sus papás, una dupla que sabe lo que es vivir con emoción y orgullo la presentación de un Bardach en la cita más grande del deporte.