Serios. Con la cara fruncida. Ahí están Walter Herrmann, Carlos Delfino, Emanuel Ginóbili, Luis Scola, Pablo Prigioni, Leo Gutiérrez, Andrés Nocioni y Facu Campazzo. En una punta, Julio Lamas con cara de no entender cómo se llegó a este punto de conflicto. Algo que les pasa a todos. O al menos, a la mayoría que vio como parte de los que todavía son parte del seleccionado, lograron llegar a lugares impensados.

 

“Buscamos profesionalismo, honestidad y transparencia”, pide Scola. Son tres palabras que no están en el diccionario de la dirigencia media del deporte argentino. Otros deportes ya han sufrido reveses que aquejan a lo deportivo. Ahora, la bomba explotó en la Confederación Argentina de Básquet.

 

Es increíble creer que, después de más de una década de estar en la elite del deporte, todo siga igual. La estructura mantiene las grietas. Las mismas que sufrieron los jugadores en sus primeros pasos en la Selección. De lavarse la ropa de entrenamiento, 15 años después la historia los encuentra embarrados. Con medallas en el pecho, con decenas de podios y logros individuales, esta generación de jugadores decidió hacer su jugada. Peligrosa, pero que creen vital para el futuro. Una maniobra más relevante que ganarle al Dream Team en su propia casa.

 

Que se vayan todos. Es el pedido de los jugadores ante la dirigencia de la CABB. El nuevo ex Presidente, Daniel Zanni, ya renunció. El santiagueño era parte del Consejo Directivo durante la presidencia de Germán Vaccaro, pero hace menos de un mes había sido elegido por los votos de las Federaciones nacionales. Ahora, con su alejamiento, todo vuelvió a foja cero y Ricardo Siri regresó al sillón presidencial. Pero sólo por pocas horas. Presiones políticias del Estado Nacional y la Secretaría de Deporte, provocaron su renuncia. Y con él, se fueron más (Ver Renunció Zanni y lo sigue el resto).¿

 

Las declaraciones de Scola fueron el combustible que recrudeció el fuego. La posibilidad de “renunciar” a jugar el Mundial en España, surgió efecto directo.  La dirigencia comenzó a moverse para emparchar la situación financiera de la Confederación y saldar cuentas en rojo. En el medio, la Secretaria de Deportes y el ENARD, entidades que se acercaron a los jugadores, les transmitieron tranquilidad y se pusieron a trabajar para que la sangre no llegue al río. La llegada de Camau Espínola en Febrero, fue decisiva para comenzar a poner en marcha el operativo junto a Scola y Ginóbili. Casi seis meses después, el juego está planteado y la SDN, con apoyo del Estado Nacional, quiere una nueva CABB. Quiero que la imagen que construyó la Generación Dorada en la cancha, no se manche con dirigentes vacios de proyectos y seriedad.

 

Claro, el golpe de efecto que tendría no tener al bloque sólido de la Generación Dorada en España, sería enorme. Una imagen dura, pero que al parecer los jugadores están dispuestos a tomar si el conflicto no se encamina a la solución. La actuación de los jugadores, de la columna vertebral de la GD que todavía continúa en el Seleccionado, ha sido decisiva. Cómo lo han sido ellos para la historia del deporte argentino con sus logros.

 

En su último baile, los jugadores que hicieron grande al básquetbol argentino están decididos a bailar con la más fea. Por ellos y por los que vendrán. Alguien lo tenía que hacer. Y porque no ellos, gestores de los logros más significativos de la historia para el deporte.