

"PREFIERO ENTRAR CON MIEDO A LA PILETA"
En Casilda y después de haber vivido los días más felices de su carrera, Fede Grabich le contó a La Licuadora Deportiva su experiencia en el Mundial de Kazán y las repercusiones luego de la medalla de bronce. ¿Quéres saber que le dijo a su entrenadora antes de correr la final de los 100 metros? Para ver y escuchar al deportista argentino del momento.¿
Cansado. Con la voz tomada. Es claro, después de volar de ciudad en ciudad, los cambios de clima hacen efecto. Y la relajación, aún más. Es que hace unas horas que pudo llegar a su lugar en el mundo: Casilda. Recibido con honores por familiares y amigos, Fede Grabich dejó atrás su momento más glorioso. O no tanto...
De Toronto a Kazán creció el impacto de su imagen. El oro en los 100 metros libres en los Panamericanos lo puso en escena, pero el bronce en el Mundial lo elevó en la consideración popular. "Antes de correr le dije a Mónica (su entrenadora) que podía ganar la carrera, pero que iba a estar feliz de subirme al podio", mencionó el nadador.
Él tenía claro su objetivo. Se sentía listo para demostrar que es uno de los mejores del mundo en la carrera por excelencia de la natación. Por eso entró cómo entró a nadar la final. Con plena sonrisa, cómo para mostrarle al resto que estaba disfrutando de la situación. "No estaba para nada relajado, entré con un cagaso... Estaba ansioso, nervioso y con ganas de correr". La procesión va por dentro, ¿no, Fede?
"Prefiero entrar con miedo a la pileta, eso me hace entrar concentrado a la competencia", nos contó en una charla en la que no dejó de destacar a su entrenadora, Mónica Gherardi. "Me enseñó todo lo que se y gran parte de lo que soy se lo debo a ella. Nos preparamos para lograr esto".
Ahora será tiempo de reposar. Habrá actividad para Grabich a fin de año. Aunque su mirada ya está en los Juegos Olímpicos: "Mi objetivo, mi sueño, es estar en la final de Río", añora Fede. Tiene todo para lograrlo.