Así sintetizó Melisa Gil sus sensaciones después de arañar la pelea por una medalla en su primera experiencia olímpica. "Cuando mi tío me aviso que tenía que ir a la definición para ver si entraba a la semifinal no lo podía creer", comentó la tiradora.

Tiene una sonrisa que parece no tener final. Relajada, luego de competir en su estreno olímpico, la mayor de los dos hermanos (y tiradores) Gil, siente que cumplió. Y con creces. En la competencia de Skeet, Meli estuvo a un paso de luchar por las medallas. En la ronda clasificatoria logró 69/75 platos: en la primera impactó 23 platos, en la segunda fueron 21 ("me distraje en una posición de tres platos y no le pegué a ninguno, me quería matar") y en la vuelta del final, la abogada tuvo puntaje perfecto. "Cerrar mi participación rompiendo todos los platos y que todos me aplaudieran fue único", comentó. 

 

Cuando la prueba había terminado, pensó que no iba a estar en el top 8. "Mi objetivo era tirar 72, como hice en Toronto y que me permitió llegar a la definición por las medallas", analizó mientras empezaba a tirarse la final del campeonato, en la que no dijo presente porque no pudo ganar el shoot off. ¿Cómo tuvo la chance de llegar al desempate? Junto a ella, otras dos tiradoras (una rusa y la otra de Estados Unidos) igualaron en la sexta colocación con la misma cantidad de platos derribados (69). En ese caso, cada una tuvo la oportunidad de dispararle a dos y la que acertó al par fue la norteamericana.

 

El resultado pudo haber sido mejor. Pero lo que Melisa Gil logró fue histórico: con el octavo puesto consiguió un diploma olímpico, pero además consiguió el mejor resultado para una representante del tiro en toda la historia de Argentina en los Juegos Olímpicos. ¿Hay más? Desde Seúl '88 que un tirador no lograba un resultado de tamaña magnitud.

 

Con el apoyo de mamá Mónica, su novio Jimmy, de Fede y papá Horacio, su entrenador, sumado al papel de su entrenador mental (Pedro Merani), Meli Gil quedó en la historia del tiro nacional. Una conquista merecida para una luchadora del deporte argentino. "Me hubiese encantado colgarle el oro a mi papá por todo lo que pasó este año con su salud", dijo antes de despedirse.