Emocionado por el apoyo del público en el Río Center y en Argentina, el boxeador hizo un balance de su actuación olímpica después de la derrota ante el cubano Savón, que lo dejó sin la medalla.

Suelto y con una sonrisa a pesar de la derrota. Así se apareció Yamil Peralta post combate sobre el ring. Con su 1.91 metro de estatura, había superado en fallo dividido al alemán David Graf en la primera ronda. 

 

En la instancia de cuartos de final, para asegurarse la presea de bronce en caso de ganar, no pudo contra Savón, último campeón panamericano en Toronto. El cubano dominó el combate y lo ganó 30-27 (10-9 cada asalto)

 

Luego de la pelea, Yamil fue claro en su mensaje: "es  deporte, se gana y se pierde. Creo que un poco favorable para él, que tiene más peleas y más bandera", analizó Peralta, en referencia a la experiencia e historia del púgil de Cuba.

 

"Ahora, a secarse las lágrimas y seguir para adelante", dijo el de Caseros, que espera que los dos boxeadores que restan competir (Impacto Melian y Fernando Martínez) puedan avanzar y darle una medalla a la Argentina.