.png)
lucas guzmán quedó a un paso de la hazaña en el taekwondo olímpico
Luego de su frustrada clasificación a Rio 2016, el taekwondista quedó a un paso de ser medallista olímpico en su debut. De la mano de gabriel taraburelli, lucas guzmán se posicionó entre los mejores del mundo en tokio.

En silencio, con un jopo que se bambolea, una marcha imparable y la campera en los hombros. Así entró cada vez que fue anunciado Lucas Guzmán. Emociona verlo en el tatami principal. Mucho. Al igual que la relación que mantiene con Gabriel Taraburelli, su entrenador. Presta atención a cada palabra, a cada indicación, mientras le pone hielo en el cuello y le acomoda el pelo.
Desde los Juegos Panamericanos de Toronto que Lucas quiso ser olímpico. Probablemente desde antes. Y lo logró con 27 años recién cumplidos, con su fe en Dios, con su mamá Sandra que lo guía desde ese cielo al que tanto miraba desde dicho y que no lo dejó abandonar cuando en el primer trimestre de 2019 todo se dio vuelta.
Su debut olímpico frente al irlandés Jack Woolley fue la profecía de lo que serían estos Juegos Olímpicos para Guzmán. Fue victoria para el argentino 22-19, que lo dio vuelta al final con una definición electrizante.
A falta de tres segundos para el final de la pelea, y ni bien el árbitro dio la orden de ataque, el entrenador Gabriel Taraburelli le indicó a su pupilo que vaya al frente. Y eso hizo: Guzmán conectó dos patadas al cuerpo de su adversario que valieron un triunfo memorable y lo habilitaron para seguir en carrera por el sueño de luchar por las medallas.

Llegó el turno del segundo combate. Se venía el iraní Armin Hadipour, tercero del ranking mundial. Los cuartos de final iban a ser durísimos. Pero ganarlos le aseguraban doble oportunidad de medalla olímpica. No importó su rival, importó su entrega. Y la victoria llegó con una superioridad incuestionable del taekwondista argentino que lo ganó 26-6 y como pasó en toda la jornada: "Lo di todo, lo dejé todo en el tatami".
La semifinal fue ante el italiano Vito Dell'Aquila y fue derrota de Lucas 29-10. Quedaba la chance por el bronce. Como en toda competencia olímpica, todos los rivales son complejos. Esta vez, tuvo frente a frente al representante del Comité Olímpico Ruso: Mikhail Artamonov. Fue victoria para el europeo por 15-10 y la hazaña quedó muy cerca. Lucas peleó hasta el final: "No pensé en guardarme nada. No tengo nada que reprocharme".
Para Guzmán fue un día intenso, agotador, que le dejó un diploma olímpico y la certidumbre de su gran nivel, su excelente actualidad y que su ángel lo guía de la mejor manera: "En cada lucha di el 100%. No tengo nada que reprocharme".
